Bolivia. Espacio, tiempo, comunidad

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  • Categoría: Cooperación internacional
  • Fecha: 29 de Julio de 2025

Artículo de Sonia Manzur. Cochabamba – Bolivia

Organización socia local en Bolivia: Asociación Cultural Amistad y Ciencia

El proceso

Espacio, tiempo, comunidad; tres conceptos que entrelazados y encarnados en el cuerpo de las Mujeres Adolescentes Quechuas (MAQ)1, se traducen en signos de lucha frente al sistema colonial/patriarcal, porque sí, las mujeres, más aún aquellas que soportan sobre sus espaldas la representación que la mirada nor-eurocéntrica ha construido para identificarlas, ha dejado su huella, no solamente respecto del cómo se siente y se piensa sobre estas “otredades”, sino también, del cómo ellas se sienten y se piensan. Y es que los estereotipos fundados sobre una retórica esencialista y universalista envuelve todos los aspectos de la vida, configurando y reconfigurando las identidades, tanto de quienes las forjan, como de las subalternidades, en este caso en concreto, de las Mujeres Adolescentes Quechuas.

Este juego de poder es el que las MAQ, han ido analizando y develando, en la medida en que se fueron descubriendo como subterfugio de ese entramado discursivo occidental; comprendieron la necesidad y urgencia de tener espacios y tiempos propios, desde los que se vaya gestando una auténtica comunidad dialogante y transformadora. La subalternidad, desde ya, es el eje sobre el que giran todas las formas de violencias.

Desde ese entendido, comprendieron que precisaban sanar aquellas heridas coloniales/patriarcales que las tenían, y las tienen, abiertas: El cuestionamiento a sus saberes y aportes como adolescentes, en la medida en sus voces no son escuchadas por el mundo adultocéntrico; las discriminaciones en razón de raza, etnia, clase y, por supuesto género, lo que las lleva a ser víctimas de un sinnúmero de formas de violencia.

 

Un espacio de rebeldía acogedora para quienes necesiten saberse comprendidos/as, acompañado/as era imprescindible de ser creado para que, a través de la escucha, la voz, el diálogo, se pueda vislumbrar respuestas asertivas, dignas, ante cualquier situación, problema o hecho que, de alguna manera, afecte negativamente a su ser y estar en el mundo.

Así pues, los grupos MAQ y las Comisiones de Convivencia2 de cada Unidad Educativa3, haciendo eco de una ruptura con la mirada adultocéntrica, fundaron lo que se denomina “Espacio de Escucha”.

Los Espacios de Escucha, no están destinados a ser ámbitos terapéuticos de carácter psicológico, su esencia radica, más bien, en ser una comunidad que acoge y lucha, teniendo como cualidad la apertura y la atención consciente hacia diversas narrativas, sin prejuicios, sin censuras, sin jerarquías, simplemente con los sentidos y el corazón alertas hacia aquellos lenguajes, no siempre orales, que nos “hablan”. Se trata de escuchar las voces silenciadas, de compartir sentimientos, pensamientos, experiencias. Y es, a través de ese compartir que se va descubriendo las grandes posibilidades de enfrentar las violencias, de manera propositiva, construyendo y fortaleciendo interrelaciones respetuosas, sanas, renovadas y transformadoras de las realidades de opresión que se vivencian en lo cotidiano.

Y fue de esa forma que los grupos MAQ, junto a las Comisiones de Convivencia lo hicieron, previo a un proceso formativo y de reflexión. Desde ya, no es fácil escuchar, es una de las actitudes más difíciles de aprender pues requiere de una presencia activa, de un estar ahí, para las y los otros, sin distracciones, desde un acto intencionado y consciente.

Una vez fortalecidos, los grupos MAQ y las Comisiones de Convivencia, enfrentaron diversas problemáticas, surgidas de las necesidades y experiencias de cada contexto, grupo y persona en particular: Las violencias perpetradas a través de las redes sociales; la discriminación en razón de género que, en algunas estudiantes, traía consigo un sentimiento de infravaloración; violencias de tipo verbal, sobre todo en el ámbito escolar, en fin.

En cada caso, la participación y aporte de cada una y uno fue muy intensa y el abanico de soluciones posibles fue muy amplio y enriquecedor, visibilizando que el compromiso, la disposición a la autovaloración, empatía y solidaridad dieron, y están dando, sus frutos.

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1- El cambio de nombre de Mujeres Adolescentes Indígenas (MAI) a Mujeres Adolescentes Quechuas (MAQ) fue una respuesta de ellas ante la posibilidad de diluir su cultura y, por ende, su identidad cultural.

2- Las Comisiones de Convivencia, en cada unidad educativa, se encuentran conformadas por representantes del grupo MAQ, docentes, gobierno estudiantil, familias, dirección y, en algunas, administración.

3- Las Unidades Educativas de cobertura que cuentan con un grupo MAQ, todas de áreas rurales, son: Tablas Monte y 13 de Noviembre de la comunidad de Colomi, Luis Guzmán Araujo y Prudencio Araujo de la comunidad de Santiváñez, San José de Calasanz y Esteban Andia de la comunidad de Anzaldo.