Bolivia. ¡Las voces de las mujeres adolescentes importan!

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  • Categoría: Cooperación internacional
  • Fecha: 28 de Abril de 2025

Artículo de: Sonia Manzur. Cochabamba – Bolivia

Organización socia local en Bolivia: Asociación Cultural Amistad y Ciencia.

El proceso

Percibir el cómo, día a día, se va gestando un proceso de transformación en el pensar, sentir y actuar de las Mujeres Adolescentes Indígenas (MAI)(1), es un privilegio para el equipo Yachay Tinkuy de la Asociación Cultural Amistad y Ciencia (ACAC). Estar presentes y acompañarlas en ese caminar, da cuenta del cómo, cada ser humano, desde su lugar de enunciación, es decir, desde su propio tiempo, espacio y territorio, tiene la posibilidad de agrietar las barreras del fraccionamiento con que, usualmente, se produce la apropiación de conocimientos o, más bien, una incorporación insustancial, obstaculizando un pensar crítico que apunte hacia la comprehensión de las realidades y, por ende, a la búsqueda de respuestas reales y posibles, a las necesidades y expectativas propias y comunitarias.

Hoy, las Mujeres Adolescentes Indígenas, rompiendo la fragmentación de conocimientos, han tenido la osadía de interrelacionarlos, de hacerlos presentes en lo cotidiano, analizando, debatiendo, dialogando, sobre hechos y cosas que suceden en el día a día de su comunidad, su escuela, su familia y, porqué no, de ellas mismas. Hechos en los que las categorías de raza, género, etnia, condición social, económica y otras, se constituyen en elementos que facilitan la subordinación e invisibilización de las “otras” y los “otros”, desde una retórica colonial/patriarcal.

Cada grupo MAI, fue desarrollando su pensamiento crítico en coherencia con su contexto, sus ritmos de aprendizaje y sus formas culturales pues, aunque quechuas, su acervo cultural difiere, incluso, según la geografía en la que se encuentra.

El grupo MAI de la unidad educativa Tablas Monte, por ejemplo, junto a la Comisión de Convivencia (2), se halla reconstruyendo un Plan, valga la redundancia, de Convivencia, destinado a generar acciones sensibles hacia la prevención de las violencias contra las mujeres, explicitando la participación y compromiso de toda la comunidad educativa, vale decir: estudiantes, familias, docentes, direcciones y administración. “La convivencia es un asunto de todas y todos”, dijeron. Así mismo, en el documento explicitan un principio fundamental: el de la justicia, señalando: “No hay buena convivencia sin justicia”.

 

Igualmente, cuestionaron el nombre con que se les identifica: Mujeres Adolescentes Indígenas (MAI), argumentando que prefieren denominarse Mujeres Adolescentes Quechuas (MAQ) puesto que, es así como se sienten: “Somos quechuas, es nuestra cultura y es la que queremos resaltar, porque también hay mujeres adolescentes aymaras, guaraníes y de otras culturas, pero nosotras somos quechuas”, explicaron.

Y si hacemos referencia a las MAI de la unidad educativa Luis Guzmán Araujo, ellas se encuentran en el proceso de aprender y profundizar, aún más, acerca de los saberes y conocimientos de sus ancestras. Descubrieron que la lectura de la coca, en su comunidad, es un saber muy arraigado. Narrando sus experiencias de lo que habían vivido y visto, indicaron que es una parte importante de su cultura que hay que dar a conocer, desmontando prejuicios y discriminaciones: “A las mujeres que leen la coca se les llama brujas y a los hombres, yatiris(3)”, se indicó en un encuentro de reflexión y diálogo, “Esa es una forma de menospreciar lo que saben y hacen las mujeres y validar lo que saben y hacen los hombres”.

Contar esas experiencias de vida, socializar sus reflexiones y sus propuestas, dan cuenta del camino que recorrieron las MAI, camino nunca finalizado, pero sí, conquistado, ya que aun, cuando en su momento el proyecto concluya y el equipo Yachay Tinkuy de la Asociación Cultural Amistad y Ciencia no pueda estar a su lado, ellas proferirán tan fuerte y tan alto que sus voces se escucharán más allá de sus fronteras.

Notas

1) Las Unidades Educativas de cobertura que cuentan con un grupo MAI, todas de áreas rurales, son: Tablas Monte y 13 de Noviembre de la comunidad de Colomi, Luis Guzmán Araujo y Prudencio Araujo de la comunidad de Santiváñez, San José de Calasanz y Esteban Andia de la comunidad de Anzaldo.  

2) Las Comisiones de Convivencia, en cada unidad educativa, se encuentran conformadas por representantes del grupo MAI, docentes, gobierno estudiantil, familias, dirección y, en algunas, administración.  

3) En la cultura quechua boliviana recibe el nombre de Yatiri: el que sabe; Paqu: el que adivina; Jampiri: el que sana; Qallawaya: el que cura el espíritu. (Extraido del artículo de: Lora Fuentes, María elena. Psicoanálisis y religión. Una lectura de la hoja sagrada de la coca. Revista Ciencia y Cultura, versión impresa ISSN 2077-3323. Rev Cien Cult n.24 La Paz jun. 2010.