Coeducar con mirada global desde Galicia

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  • Categoría: Género
  • Fecha: 20 de Julio de 2020

Antes de la pandemia InteRed Galicia estuvo trabajando en el IES Pintor Laxeiro de Lalín (Pontevedra) en la promoción de la igualdad de género.

Estas acciones se enmarcan dentro del proyecto: “Promover la igualdad de género con mirada de ciudadanía global en comunidades educativas del ámbito formal y no formal”, con el apoyo de AECID, y tiene como ejes temáticos la meta 4.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 4. Se favorece, así, la construcción de una ciudadanía global comprometida con la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas mediante la promoción de la igualdad entre los géneros y una cultura de paz y la no violencia. Que el alumnado entienda cuál es su origen y las causas estructurales que la provocan y que sienta la necesidad de generar cambios de raíz en nuestras sociedades para erradicarla.

Una de las dinámicas que ha trabajado InteRed Galicia con el alumnado ha sido el feminismo interseccional que pone de manifiesto que no es lo mismo la experiencia de una mujer blanca de clase media, que la de una mujer negra de clase media, debido al componente de la raza; así como no lo es, el de una mujer negra de clase media que ejerce como médica y el de una mujer negra inmigrante pobre debido al componente de clase. La interseccionalidad denuncia que cuanto más se desvíe un sujeto de la normativiad, más dicriminaciones y opresiones sufrirá.

Os ponemos por aquí, cómo se hace esta dinámica de la interseccionalidad:

Se comienza con la lectura del texto:

“En el año 1976, la General Motors había estado contratando a la mujeres blancas para ocupar cargos administrativos, mientras que los hombres negros contratados iban dirigidos al sector industrial, dejando fuera de todo lugar a las mujeres negras. Un grupo de mujeres negras se querelló contra la General Motors tomando cómo base la cláusula VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, alegando que estaban siendo discriminadas por razón de etnia o género. ¿Parece algo evidente, verdad? Pues, increíblemente, perdieron el caso. El Tribunal del Distrito, falló que, como la General Motors ya contrataba a las mujeres (blancas), la compañía no discriminaba por razones de género; y como la misma compañía ya contrataba a negros (hombres), tampoco lo hacía por razones de etnia”.  

Se sigue explicando la teoría:

Los discursos hegemónicos se sustentan en la idea de un sujeto “BBVAH”: Blanco, Burgués, Varón, Adulto y Heterosexual; al que se le podría añadir también con ninguna diversidad funcional. Esta concepción del sujeto hace que las prácticas sociales legitimadas se construyan en base a este sujeto y, por tanto, lo que escapa a ese mandato se construya cómo “alteridad”. El feminismo cuestiona esta idea de la identidad masculina como androcéntrica y universal, puesto que representa a la identidad femenina como periférica y particular.

Sin embargo, hay una parte del feminismo que considera que este sujeto femenino no es universal y que excluye y hace inferior a otras identidades, esto es la teoría feminista de la interseccionalidad, lo que propone es que además del sexo, hay otros factores que determinan nuestra identidad a la hora de analizar discriminaciones, exclusiones y violencias que sufrimos las mujeres y las niñas.

Fue en el año 1989 cuando la profesora y teórica Kimberlé Crenshaw, definió la interseccionalidad como un sistema complejo de estructuras de opresión que son múltiples y simultáneas. Esta visión del mundo bajo el orden patriarcal se caracteriza por un sistema de relaciones de dominación y opresión que, son múltiples. Para facilitar la comprensión de este complejo sistema, proponemos una versión de la rueda de la interseccionalidad de Patricia Hills Collins y adaptada gráficamente por P*nitas.

Se colocan palabras clave: género, heterosexismo, eurocentrismo, racismo, lugar en el que vives, lenguaje, adultismo, apariencia, elitismo, clase, capacitación, religión, etc. Es importante no decidir por otras, basándonos en nuestras vivencias y visión del mundo.

Finalmente se acaba jugando con la rueda de la interseccionalidad, es decir, se sacan todas las líneas de colores y se les dice, al alumnado o profesorado, que deben ir colocándolas según crean: en la zona de los privilegios o en la de las opresiones.