Este trabajo se enmarca en el programa Vidas Libres, “Mujeres mayas y mestizas fortalecen su autonomía económica y defienden su derecho a una vida digna y libre de violencias en los territorios Ch'orti' y Kaqchikel (Guatemala)”, con el apoyo de la Generalitat Valenciana. Este programa cuenta con la participación de dos ONGD: InteRed y Justicia Alimentaria; y tres organizaciones socias locales: AFEDES, EPRODEP y MEJORHA.

Como parte de esta intervención y con la coordinación de InteRed, Justicia Alimentaria y MEJORHA, se llevó a cabo el proceso de formación dirigido a 28 mujeres de 14 comunidades de Jocotán, Chiquimula. Con el objetivo de fortalecer sus conocimientos para la identificación y prevención de violencias basada en género en contra de la niñez y mujeres.

Durante seis sesiones programadas, se abordaron e intercambiaron conocimientos sobre las emociones, el liderazgo de las mujeres, los roles de género, los tipos de violencia contra las mujeres y cómo identificarlos. Se reflexionó, de manera participativa, sobre los derechos de las mujeres, su empoderamiento, su derecho a la educación, al trabajo y a una remuneración justa e igualitaria y su derecho a vivir libres de violencia y acceder a la justicia. Teniendo como eje transversal el autocuidado a través de la elaboración de productos orgánicos, como: crema, champú y pomada medicinal, elaborados con pertinencia cultural y utilizando materiales accesibles disponibles en los contextos de las mujeres.

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Dentro de los principales aprendizajes se destacó la importancia de abordar integralmente el machismo y el patriarcado, especialmente en la Región VIII de Jocotán.

La coordinadora del programa Vidas Libres de MEJORHA, Evelyn Ramírez, indica: en temas de violencia, las mujeres tenían normalizados varios aspectos, situaciones extremas en donde no reconocían los tipos de violencia. Vivian opresiones desde la forma de vestirse, hasta restricciones para salir de sus propios hogares. Las participantes lograron conocer su derecho a una vida libre de violencia, reconociendo violencia psicológica, económica, entre otras formas de manifestación. Tras los talleres las mujeres han iniciado a defender sus derechos, y han socializado con sus hijas e hijos lo aprendido, enfatizando la importancia de enseñar desde una temprana edad la corresponsabilidad de cuidados en el hogar.

La participación comprometida de las mujeres enriqueció el proceso, mostrando la profundidad de sus reflexiones sobre la violencia de género y su impacto en las comunidades Ch’orti’. Algunos de los testimonios de las mujeres fueron:

• “Mi mayor aprendizaje fue reconocer la violencia psicológica. Yo pensaba que mientras no viviera violencia física, todo estaba bien, pero ahora sé que también afectó a mi autoestima y es una forma de violencia”. Vilma Suchite, Comunidad Encuentro Candelero.
• “Aprendí que tengo derechos como mujer, que puedo pedir ayuda al vivir violencia, antes no sabía que tenía derecho a vivir sin miedo”. Elsa Marina Pérez, Comunidad Plan Candelero.
• “Mi mayor aprendizaje fue saber que no estoy sola, que juntas podemos apoyarnos formando nuestra red de apoyo”. Hoventina Ramos, Comunidad El Nanzal.

El proceso continuará fortaleciendo a las mujeres como promotoras para apoyar en la identificación y el acompañamiento de casos de violencia de género en las comunidades de Jocotán.