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La responsabilidad es esa capacidad que tenemos las personas de cumplir con nuestras obligaciones y de ser cuidadosas en las decisiones que tomamos o las acciones que desarrollamos, por lo que se considera una cualidad y un valor humano, que nos caracteriza de poder comprometernos y actuar de forma correcta.

En la base de esta responsabilidad se encuentra el comportamiento ético que deber tener toda persona y que tiene que estar acorde a las normas socioculturales donde se desenvuelve y que se basan en la honestidad, equidad e integridad. Estos valores implican el respeto a las demás personas, animales y el medio ambiente y el compromiso con las consecuencias de las acciones que cada persona desarrolla ya sean positivas o negativas, y en el caso de ser negativas, buscar alternativas que permitan encontrar y aplicar las soluciones oportunas.

Por lo tanto, si partimos de que cumplimos nuestras obligaciones, compromisos y responsabilidades y somos coherentes con las acciones y decisiones que tomamos, cualquier resultado que surja de eso, siempre será positivo.

Por ello es importante conocer las diferentes responsabilidades que como individuos tenemos sólo por el hecho de pertenecer a la comunidad en la que vivimos y del impacto que podemos desarrollar desde los diferentes espacios en los que nos desenvolvemos.

Por lo tanto, la responsabilidad social es ese compromiso que tienen todas las personas, las instituciones públicas, las empresas y las organizaciones sociales, en general, de contribuir al aumento del bienestar de la sociedad local o global.

De este concepto se desprenden las responsabilidades específicas para cada uno de los grupos que se mencionan, de acuerdo a la incidencia que tienen dentro de la sociedad, de ahí que al hablar de Responsabilidad Social Corporativa se incluye a todas las organizaciones, independientemente de su tamaño o su actividad, y consiste en una aportación activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental, buscando mejorar la situación competitiva y el valor de una organización a través de su contribución al desarrollo sostenible.

Por ejemplo, la Responsabilidad Social desde las empresas se aborda como, esa forma de dirigir, basando su gestión en los impactos que su actividad genera hacia sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales o el medioambiente; y es definida como una herramienta que sirve para minimizar el impacto negativo de las actividades de la empresa sobre la sociedad.

La Responsabilidad Social Gubernamental, hace referencia a la capacidad de respuesta que tienen las organizaciones gubernamentales frente a los efectos de sus acciones sobre los diferentes grupos con los que se relacionan. En sí mismas se puede decir que por lo general su esencia es socialmente responsable, ya que la responsabilidad gubernamental va dirigida esencialmente a diseñar y ejecutar políticas públicas dirigidas a los grupos vulnerables dentro de la sociedad. De ahí que su esencia se concrete en la emisión de leyes, decretos, regulaciones, etc., que repercuten directamente en el entorno natural y social en el que tienen competencia o responsabilidad.

Sin embargo, para que exista la responsabilidad social desde cualquiera de esos ámbitos, debe existir la Responsabilidad Social Individual, RSI, ese compromiso que las personas tenemos para nosotras mismas, así como para cualquier grupo del que formamos parte o de la sociedad a la que pertenecemos.

Dimensiones de la responsabilidad social

Independientemente del espacio al que se haga referencia, la Responsabilidad Social está dividida en acciones que se dirigen al ámbito interno y al ámbito externo.

En ese sentido, la Dimensión Interna de la responsabilidad social hace referencia a ese ese funcionamiento interno de la institución, empresa u organización, en el que participan las personas como individuos, y que son las que gestionan el alcance de objetivos, el trato que se brinda a las personas trabajadoras, las relaciones laborales que se manifiestan, las practicas operacionales que implementan y las condiciones de infraestructura, haciendo referencia a todo lo que involucra las acciones materiales, financieras y humanas que posee para el logro de los objetivos que persigue.

Por lo tanto en esta dimensión interna la institución, empresa u organización, debe en primer lugar, mirarse y evaluarse por dentro, para saber si está siendo consecuente con los postulados de responsabilidad, ya que muchas veces nos encontramos con instituciones, empresas  u organizaciones que realizan acciones solidarias muy importantes y sin embargo, en su interior violan los derechos de sus integrantes, no cumplen las normativas legales que les corresponden, contaminan el medio ambiente con su proceso productivo o tienen prácticas económicas antiéticas.

Por su parte, la Dimensión Externa de la institución, empresa u organización, hace referencia a la responsabilidad que debe tener en cuenta las necesidades o problemáticas del entorno o comunidad donde se desempeñan, además de conocer el ámbito sociocultural que les rodea, las expectativas que tienen los ciudadanos sobre su desempeño, e incluso, identificar las opciones de mejora que pudría implementar para contribuir a alcanzar una sociedad prospera y sostenible.

La clave para que las personas, organizaciones, empresas u organizaciones ejerzan efectivas acciones de responsabilidad social, está, en la habilidad que posean para efectuar una combinación positiva de ambas dimensiones, o sea apoyarse en aquellos aspectos fuertes de su funcionamiento, en las potencialidades que posee en lo interno; para enfocarse en lo que esa sociedad/entorno/país/sector/comunidad o familia necesita realmente.

Sólo así, tendrán la seguridad de estar utilizando sus recursos financieros, materiales y humanos para impactar en lo que se requiere, ya que sin esa mirada de lo interno y lo externo, se corre el riesgo de que las acciones de responsabilidad social no contribuyan al bienestar inmediato y futuro de la sociedad.